¡Hola, amigos! Bienvenidos a una nueva edición de SIETE PÁRRAFOS. Cada semana hablamos de libros o planes alrededor de los libros; hoy sin embargo vamos a dedicarnos al festival de teatro de Buenos Aires, que vale la pena conocer.
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El verano not dead. Siempre pienso que en enero no pasa nada. Los que nos quedamos en la ciudad vagamos en chancletas en modo recién levantados de la siesta. Aunque trabajemos a full, hay algo de este espíritu, no? No hay muchos estrenos ni inauguraciones, ni lanzamientos, es hora de recuperar el tiempo devorado por las urgencias del año. Pero desde el año pasado FIBA se mudó al verano. Bien.
- Rafael Spregelburd dijo en su columna de Perfil que el festival ya no le da ilusión, que precariza la cultura y que no piensa ir. Lo banco, obvio, pero como me tienta demasiado el plan, hago oídos sordos y planeo saltar de obra en obra.
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Cómo es el plan. El festival dura bastante, desde el jueves 23 hasta el viernes 31 de enero con muchas obras y actividades cada día. A nivel geográfico, como el año pasado, hay mucha movida en el Abasto y se mantiene la misma premisa que es tomar el espacio público y que el festival ocurra también en la calle. Miles de lugares quedan tomados, muchos de ellos no convencionales como peluquerías, lavaderos de autos y balcones privados. Este año también se expanden las sedes al casco histórico en San Telmo, una novedad.
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¿Qué ver? La verdad es que no hay muchísimo de lo internacional que me seduzca y muchas de las obras locales ya las vi durante el año, pero igual hay cosas que está bueno ver. Vamos con mis elegidas, siempre con un guiño literario:
- ORLANDO, pieza sueca dirigida por Julie Beauvais y Horace Lundd. Es una obra performática e inmersiva, hay unas pantallas enormes dispuestas en una especie de círculo, pinta interesante. Además, se basa en la novela homónima de Virgina Woolf y, como ya saben, las adaptaciones siempre me interesan. Además, el domingo 26 la obra se sigue de una charla con Virgnia Cano, Manuel Hermelo, Marina Mariasch y Matías Umpiérrez. ¡Planazo!
- Plata quemada, la novela de Piglia adaptada e interpretada por la compañía chilena Teatro Cinema que viene recorriendo varios festivales internacionales.
- Don Gil de las calzas verdes como parte del Siglo de oro trans es una excelente obra del barroco español magistralmente traída al porteño. La recomiendo.
- Poesía ya, un ciclo a cargo de Gabriela Borrelli, los vecinos se pueden a acercar a leer en voz alta poesías de sus autoras favoritas.
- La savia de Ignacio Sánchez Mestre, que la reponen para el FIBA, sobre una escritora, una obra que vale la pena ver y que está muy atravesada por la literatura.
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Las imperdibles que perduras. Por otro lado, vuelven obras que mencioné mucho durante el año como La vis cómica y La persona deprimida que son geniales. Se vienen también dos funciones de Petróleo para los que siguen sin verla o quieren revisitarla. Y creo que no mucho más, entren a la web del FIBA, saquen sus entradas y no cuelguen que aunque sea enero parece que todo va a estar bastante lleno.
Y aquí, los libros de no ficción de la semana:
Las fiebres de la memoria, de Giaconda Belli, comentado por Flavia Tomaello. “El diccionario Collins y el de la Universidad de Cambridge coinciden en que el género de no ficción se ve representado por escritos que tratan sobre hechos y hechos reales, en lugar de historias que se han inventado, aunque aquello que se relate se novele. Algo así aparece tras este libro. A poco de obtener el premio Eñe a fines del año pasado, la nicaragüense Gioconda Belli legó esta nueva obra que se fusiona en la historia de su propia familia, donde hubo mucho que callar. Hijos que en verdad son nietos, dos abuelas compitiendo por el cargo, hermano que es padre… un intríngulis que se remonta a la época de la revolución francesa con un feminicidio que da origen a la racha de “desprolijidades” familiares”. Aquí, el comentario completo.
Cultura Mainstream, de Frédéric Martel, comentado por Hernán Vanoli. “Fusiones de empresas de provisión de conectividad con empresas de contenidos, auge del streaming para ver películas desde casa, multiplicación de las películas de superhéroes, crecimiento exponencial de editoriales independientes, ocaso de los sellos discográficos. ¿Cómo entender todos estos movimientos, muchas veces contradictorios, para pensar el estado actual de la producción y circulación de productos y contenidos culturales? Cultura Mainstream es una investigación faraónica donde a través de más de mil entrevistas en los cinco continentes se busca trazar un mapa de la geopolítica de la producción y circulación de entretenimiento en un mundo cada vez más complejo. Un libro que funciona un poco como una enciclopedia y como un relato de viajes, que se puede leer de a poco, para ir masticando sus hipótesis y empezar a mirar de otra manera a series como Narcos, a canales de televisión como Al Yazira o a plataformas como Hulu”. Aquí, el comentario completo.
Hasta acá llegamos por hoy amigos. ¡Que tengan una gran segunda quincena, si es que eso algo significa! Los leo siempre.
Fuerte abrazo,
Flor
La entrada A falta de libros, bueno sea el festival de teatro del verano se publicó primero en RED/ACCIÓN.